GINEBRA.— Las Naciones Unidas comunico que sus investigaciones prueban que el tiro que mató a la reportera Shireen Abu Akleh, de 51 años, que trabajaba para Al Jazeera en Cisjordania el pasado 11 de mayo, fue disparado por fuerzas israelíes.
«Hemos encontrado que las balas procedían de las fuerzas de seguridad israelíes«, dijo la portavoz de a Oficina de Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani, a los periodistas en Ginebra. «Es muy inquietante que las autoridades israelíes no hayan llevado a cabo una investigación criminal», agregó.
La investigación de la oficina que dirige la alta comisionada Michelle Bachelet hasta el 31 de agosto ha utilizado información proveniente de ambas partes y determina que, entre otras cosas, no muestran que hubiera actividad armada de grupos palestinos en el lugar del crimen.
Abu Akleh llegó junto a otros seis periodistas a la entrada oeste del campo de refugiados de Yenín para cubrir una redada de las fuerzas de seguridad de Israel; que había derivado en enfrentamientos violentos entre palestinos y soldados israelíes.
Allí, la reportera palestino estadounidense, quien vestía un chaleco con la palabra «press» (prensa, en inglés), murió de un tiro en la cabeza.
Siguiendo la metodología de investigación, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU inspeccionó fotografías, vídeos y material de audio, visitó el sitio de los hechos, consultó con expertos, revisó comunicados oficiales y entrevistó a testigos.
«Una sola bala hirió a Ali Sammoudi [periodista] en el hombro y otra única bala dio a Abu Akleh en la cabeza y la mató instantáneamente», dice el comunicado, que urge a Israel a llevar a cabo una investigación urgentemente.