KIEV.— Ucrania reconoció que el prolongado conflicto armado con Rusia se encuentra en un estado de estancamiento, habiéndose convertido en una guerra de trincheras tras 617 días de enfrentamientos y aproximadamente cinco meses de contraofensiva.
Rusia, por otro lado, sostiene que su operación militar especial sigue en curso y que continuará avanzando en todos sus objetivos.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Valeri Zaluzhni, escribió en un artículo publicado junto con una entrevista en The Economist que la situación de estancamiento se hizo evidente el verano pasado, lo que ha llevado a la prolongación del conflicto armado.
Sin embargo, el Kremlin ha rechazado este análisis y afirmó que el conflicto no está en un punto muerto, insistiendo en que todos los objetivos establecidos por Rusia deben alcanzarse.
Moscú sugiere que Kiev debería comprender que no puede vencer a Rusia en el campo de batalla y que cuanto antes lo entienda el régimen ucraniano, mayores serán las perspectivas de encontrar una solución al conflicto.
