MADRID.- El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, atribuyó el repunte de COVID-19 en España durante el verano y tras y el confinamiento estricto, a una relajación por parte de la población, sumada a otros factores.
“Ha habido un cierto nivel de relajamiento entre la ciudadanía que ha permitido que se incremente la transmisión”, afirmó en declaraciones a la Cadena Ser de radio el líder socialista.
Sánchez aseguró que hay “distintos motivos” detrás de los rebrotes de coronavirus que aumentan desmedidamente en todo el país, pero consideró “obvio” que son las personas las que actúan “como vector de propagación del virus”.
Sin embargo, el presidente español explicó que la incidencia del virus no es la misma en todas las regiones españolas y apuntó a que algunos territorios “tienen que mejorar” sus capacidades estratégicas.
A la fecha es Madrid uno de los puntos más afectados del país, con cerca de 15.000 contagios en la última semana y un 16% de camas de hospitales están ocupadas por pacientes de COVID-19.
Sobre la situación en la capital española, Sánchez admitió que a su Gobierno le “preocupa” el estado de la salud pública y pidió al Partido Popular (PP), que gobierna la capital, que “no se anteponga el interés partidista” frente al problema de la pandemia.
“Estamos poniendo a disposición de Madres recursos materiales y personales”, aseveró Sánchez, que llamó a los gobernadores regionales a “ejercer la unidad” en este contexto de crisis sanitaria.
Pese al repunte de contagios en todo el país, Sánchez insistió en que los datos actuales, con más de 23.500 casos registrados solo en el fin de semana, “indican que nade tiene que ser la situación de hoy con la de marzo”.
El presidente español se pronunció también sobre el inicio de las clases programado para la mitad de septiembre, afirmando que “no existe el riesgo cero” pero priorizando que los niños vuelvan a las aulas para evitar problemas de “exclusión social”.