VARSOVIA.— Miles de ciudadanos polacos se congregaron en las calles de Varsovia el domingo 1 de octubre para expresar su descontento con la gestión del país por parte del partido gobernante Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco), cuya popularidad está disminuyendo en las encuestas previas a las elecciones legislativas del 15 de octubre.
Uno de los convocantes de la manifestación fue el ex primer ministro Donald Tusk, quien también presidió el Consejo Europeo. Tusk, líder de la organización de centroderecha Plataforma Cívica (PO, por su sigla polaca), instó a los oponentes del partido gobernante a unir fuerzas en una movilización llamada «La marcha del millón de corazones».
El organizador estimó en un millón el número de participantes en la marcha, aunque estimaciones de la prensa sugieren que acudieron decenas de miles de polacos inconformes con la administración actual del país en Europa oriental.
Durante la manifestación, los participantes ocuparon varias calles, incluida la avenida Jerusalén, generando atascos significativos en la ciudad. A pesar de la presencia policial, no se registraron intervenciones por parte de los agentes. Anteriormente, a principios de junio, se llevó a cabo otra marcha antigubernamental con la participación de alrededor de 500,000 personas en Varsovia.
Polonia se prepara para las elecciones legislativas el 15 de octubre, en las cuales la fuerza que obtenga la mayoría deberá formar un nuevo gobierno. El partido gobernante actual, el PiS, que ha estado en el poder desde 2015, corre el riesgo de perder las elecciones, según las encuestas más recientes.
Las fuerzas opositoras, como la Plataforma Cívica (PO), Izquierda Unida (ZL, por su sigla en polaco), el Partido del Pueblo Polaco (PSL) y Polonia 2050, podrían alcanzar más del 50% de las preferencias electorales si deciden presentarse en coalición en los comicios.