BUCAREST.- Miles de personas se manifestaron ayer en distintas zonas de Rumanía y en contra del gobierno socialdemócrata (PSD) acusándolos de corrupción arraigada, bajos salarios e intentos de debilitar al poder judicial. La protesta terminó con un enorme enfrentamiento entre policías y manifestantes, más de 400 heridos y decenas de presos.
«Condeno firmemente la brutal intervención de la Policía antidisturbios, muy desproporcionada con las acciones de la mayoría de las personas en la plaza. El Ministerio del Interior debe explicar urgentemente la forma en la que han manejado los eventos de esta noche», expresó al respecto el presidente rumano, Klaus Iohannis, en su página de Facebook.
Las protestas fueron organizadas por y promovidas por grupos de rumanos que trabajan en el exterior; los mismos lanzaron botellas y otros objetos a la policía anti disturbios que había en la zona, lo que desató una guerra entre ambas partes. Los agentes reprimieron con camiones hidrantes y gases lacrimogenos excesivos, por eso cientos de personas necesitaron asistencia médica.
Contrario a esto, en distintas zonas del país se llevaron a cabo concentraciones con el mismo eje de reclamo, pero pacíficas. Hoy sábado, más de 40.000 rumanos se autoconvocaron en Bucarest para protestar nuevamente, pero en esta oportunidad en contra de la violenta respuesta que tuvo la policía el viernes.