LIMA.- Miles de peruanos salieron a las calles este miércoles para manifestarse contra el recién asumido gobierno del presidente José Jerí, en una nueva muestra de inestabilidad política en el país andino.
La policía lanzó gases lacrimógenos para dispersar las protestas en Lima, que se convirtieron en las mayores movilizaciones antigubernamentales de los últimos meses. Entre la multitud se escuchaban cánticos pidiendo la destitución de Jerí, quien asumió la presidencia hace apenas cinco días.
Imágenes transmitidas por la televisión local mostraron una marea de manifestantes marchando hacia el Congreso. El flamante mandatario condenó en X los episodios de violencia registrados durante las protestas.
“No permitiremos que un pequeño grupo utilice la violencia”, escribió, aunque reconoció que los ciudadanos tienen derecho a protestar “por la falta de atención del Estado durante tantos años”.
Las protestas representan una primera prueba de fuego para Jerí, un conservador que asumió el cargo la semana pasada tras la destitución unánime de su predecesora por el Congreso. Jerí, que antes se desempeñaba como presidente del Parlamento, prometió que su principal prioridad será combatir el crimen y las redes de extorsión durante su mandato interino, que se extenderá hasta julio de 2026.
El martes, el mandatario nombró un gabinete de corte conservador, en un intento por consolidar apoyo político antes de que crecieran las manifestaciones.
Perú es un país acostumbrado a la rotación presidencial: ha tenido ocho jefes de Estado en la última década, la mayoría forzados a dejar el poder antes de concluir su mandato.
La antecesora de Jerí, Dina Boluarte, fue removida del cargo con una popularidad de un solo dígito, según las encuestas. Pero Jerí no parte de una base más sólida: antes de asumir la presidencia, solo el 5% de los peruanos aprobaba su gestión como titular del Congreso, frente a casi un 80% de rechazo, de acuerdo con un sondeo de Ipsos del mes pasado.

