PRAGA.— Cientos de manifestantes protestaron este lunes en Praga por las restricciones gubernamentales a las personas no vacunadas contra el COVID-19 en República Checa. El país ha registrado un aumento desmedido de los contagios.
Los manifestantes exigieron “libertad” para las personas no vacunadas y rechazaron los intentos del gobierno por promover la vacunación entre los habitantes.
Los inconformes portaban pancartas con imágenes de políticos, entre ellos del primer ministro Andrej Babis; el ministro de Salid, Adam Vojtech, y algunos de los principales epidemiólogos, a los que llamaron traidores.
A diferencia de marchas recientes en Holanda y Bélgica, esta protesta fue pacífica. El número de asistentes fue mucho menor al de una manifestación similar realizada la semana pasada.
Las nuevas restricciones para combatir el repunte de infecciones en República Checa entraron en vigor el lunes y se centran en las personas no vacunadas.
A las personas no inoculadas ya no se les permite presentar pruebas diagnósticas de coronavirus con resultado negativo para asistir a eventos públicos, ingresar a bares, restaurantes, estéticas y museos, o utilizar hoteles.
Aquellos que están vacunados o se han recuperado del COVID-19 pueden visitar todos esos lugares. La tasa de infecciones superó los 1.000 casos nuevos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días por primera vez, llegando 1.002.