GINEBRA.- Ataques aéreos asesinaron a un gran número de civiles en Siria, a la vez que el régimen utilizó armas químicas en Guta Oriental, según asegura un escrito desarrollado por investigadores de crímenes de guerra de la ONU que abarca seis meses de 2017.
“Las víctimas del conflicto sirio han sufrido mucho, ya que la violencia reescaló hasta nuevos máximos en todo el país”, informó la Comisión de Investigaciones de la ONU. Además de los ataques de los gobiernos, el texto destaca los crímenes de guerra que cometieron Estado Islámico y otros grupos extremistas en dicho período, que comprende hasta el 15 de enero de 2018.
Resalta algunos casos particulares de ataques aéreos de Rusia, entre los cuales se encuentra uno a un mercado y a partir del que por primera vez se la implica de manera explícita en posibles crímenes de guerra por “lanzar ataques indiscriminados resultantes en muertes y heridas a civiles”, aunque no se probó que el hecho en cuestión estuviera dirigido deliberadamente contra el mercado.
Además, señala tres ataques de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, en una escuela cerca de Raqqa, que se llevaron 150 vidas, unas cinco veces más de lo que divulgó en su momento el Pentágono, que dijo que no habían muerto civiles.
El informe, basado en 500 entrevistas de confidencialidad reservada, realizadas a través de redes sociales ya que el régimen no autorizó el ingreso del equipo al país, también asegura que “las fuerzas del gobierno (sirio) siguieron usando armas químicas contra grupos armados de Guta Oriental”, el bastión rebelde que se encuentra sitiado desde 2013.