MOSCÚ.— El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, ratificó que Rusia aplica la política “de una sola China” cuando se trata de Taiwán. Sus palabras se producen en un momento de álgida tensión entre Pekín y Washington por la inminente visita de Nancy Pelosi a la isla, a pesar de la objeción desde China continental.
«Es una cuestión bastante clara para nosotros. Nuestra posición sobre la política de una sola China permanece intacta. La misma posición en palabras es confirmada periódicamente por Estados Unidos, pero en la práctica, como usted mismo entiende, las cosas no siempre coinciden con sus palabras», compartió Lavrov ante los periodistas en el marco de su visita a Uzbekistán.
Respecto a la próxima visita de Nancy Pelosi a Taiwán, el jefe de la diplomacia rusa agregó que Moscú espera que Washington no genere provocaciones que puedan agravar la situación en la región.
El 28 de julio, el presidente chino, Xi Jinping, sostuvo una conversación telefónica con su homólogo estadounidense, Joe Biden, en la cual advirtió que la política de Washington con respecto a Taiwán era peligrosa y que «quien juega con fuego tarde o temprano se quemará a sí mismo».
La presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, y algunos congresistas viajarán a Asia este 29 de julio para visitar Japón, Corea del Sur, Malasia y Singapur, aunque la visita a Taiwán está «bajo consideración», según informó la NBC.
A principios de febrero, en un comunicado conjunto entre Moscú y Pekín sobre cuestiones internacionales, Rusia reafirmó su apoyo al principio de una sola China y confirmó su posición de que Taiwán es una parte inalienable de China y expresó su oposición ante cualquier intento de fomentar la «independencia» taiwanesa.
A su vez, Pekín en reiteradas ocasiones ha expresado que Taiwán es parte de China y está destinada a una eventual reunificación pacífica con el continente, según el principio de «un país, dos sistemas» aplicado a Hong Kong y Macao