MOSCÚ.— Mientras la Unión Europea se debate el nivel del techo el precio del petróleo, el escepticismo sobre la efectividad de esta se está desvaneciendo. El principal factor que impulsa la desconfianza es el nivel de precios que se propone, que va desde los 65 y 70 dólares por barril, de acuerdo con Oil Price.
En septiembre el G7 acordó imponer un techo a los precios del petróleo procedente de Rusia para frenar “el financiamiento de muerte de Putin”. Esta medida entraría en vigor el próximo domingo junto con los embargos de la UE para el crudo, mientras que para los productos derivados sería a partir del 5 de febrero.
Por su parte, Janet Yellen, titular del Tesoro estadounidense señaló a la prensa local en octubre que un techo al precio del petróleo ruso en un rango de 60 dólares por barril bastaría para reducir los ingresos energéticos del Kremlin.
El argumento de los autores de la idea en el G7 es que este nivel de precios le daría a Rusia un incentivo para continuar exportando petróleo crudo, incluso con un tope, explica Irina Slav para Oil Price, el medio británico enfocado en petróleo y energía.
Además, no hay consenso en el nivel de precios que se propone. Por ejemplo, el 28 de noviembre, la UE no pudo ponerse de acuerdo sobre el tope, pues Polonia y dos de los países bálticos insistieron en que el precio del petróleo ruso asegurado y enviado por empresas occidentales tenía un tope mucho más bajo, cercano a su costo de producción, que se ha estimado en alrededor de 30 dólares por barril.
En ese sentido, hasta que la UE no se ponga de acuerdo con el tope de precios propuesto por el G7, esta tendrá que implementar su propio embargo sobre todas las importaciones marítimas de petróleo crudo ruso al bloque a partir del próximo lunes. Pero el problema radica en que un embargo podría conducir a precios sustancialmente más altos para los compradores de petróleo europeos.
Por ello, el tope de precios es, en cierto modo, es una forma de mitigación del plan de embargo de la UE que, como sugirió el Financial Times en un informe reciente, fue un intento de la administración Biden de compensar los efectos del embargo en los precios mundiales del petróleo.
No obstante, aunque el nivel de precios considerado actualmente garantiza que el petróleo ruso siga fluyendo internacionalmente, el tope no cumpliría su objetivo de reducir los ingresos de Moscú para orillarlo a detener su operación militar en Ucrania.
Por otro lado, aunque los ingresos por exportaciones de petróleo crudo constituyen una parte sólida de los ingresos presupuestarios de Moscú, se puede decir que el país de Europa del Este podría sobrevivir sin ellos. Con todo, los analistas coinciden en que el límite de precio es bastante ineficaz.