MUNDO.— Las acciones operaban con tendencia mixta este martes, mientras los inversores digerían un violento retroceso en criptomonedas y un nuevo tramo del selloff global de bonos, alimentado por la expectativa de una inminente suba de tasas en Japón.
Los futuros del S&P 500 se movían estables después de las bajas en Wall Street, en una jornada donde los bonos soberanos de economías desarrolladas seguían bajo presión.
En Japón, los JGBs mostraban un respiro tras una sólida licitación que puso un freno parcial a la caída de las últimas semanas. Aun así, los rendimientos seguían en niveles críticos: el bono a 10 años tocó 1,88%, su mayor nivel en 17 años, mientras que el plazo a 30 años marcó un récord histórico. Tras la subasta, el rendimiento del 10 años retrocedía apenas 1 punto básico a 1,865%.
Las criptomonedas continuaban siendo un termómetro de sentimiento. Bitcoin recuperaba algo de aire luego de desplomarse 5,2% el lunes, aunque a US$ 87.000 todavía acumula una baja del 30% desde el máximo de octubre.
“El ánimo del mercado oscila entre el miedo y la resignación”, dijo Jehan Chu, fundador de la firma Kenetic Capital. “Los próximos meses son cruciales, pero incluso los más alcistas parecen dispuestos a hibernar”. Ether avanzaba un leve 0,3% hasta US$ 2.800.
En acciones asiáticas, el índice MSCI Asia-Pacífico ex-Japón subía 0,3%. El Nikkei avanzaba apenas 0,1% tras la fuerte corrección del lunes. El Kospi de Corea del Sur encabezaba las mejoras regionales con un salto de 1,6%, mientras que el CSI300 de China retrocedía 0,8% en una rueda desigual para los mercados del gigante asiático.
Los movimientos bruscos en renta fija se intensificaron después de que el gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, señalara el lunes que la entidad evaluará los “pros y contras” de una suba de tasas en su próxima reunión, acelerando las apuestas a un giro más restrictivo. La reacción arrastró a los bonos globales: el Treasury a 10 años trepó 7,7 puntos básicos hasta 4,096% el lunes, aunque retrocedía ligeramente hasta 4,087% en la sesión asiática.
En divisas, el yen se fortalecía hasta 155,64 por dólar, consolidándose como la moneda más firme de las últimas 24 horas. El movimiento impulsaba al euro por momentos sobre US$ 1,165 y dejaba al dólar con un sesgo bajista más amplio, a la espera de los datos de inflación de la eurozona previstos para más tarde.
Algunos analistas ya anticipan una caída más sostenida del dólar hacia fin de año, en la medida en que Estados Unidos se prepara para recortar tasas más rápido que otras economías.
Datos divulgados el lunes reforzaron la expectativa de una baja en diciembre: la actividad manufacturera estadounidense se contrajo por noveno mes consecutivo, aunque el consumo mostró vigor con un gasto online de US$ 23.600 millones al inicio de la temporada navideña. “Los datos de EE.UU. siguen siendo sólidos, pero el resto del mundo está en un pie más firme”, dijo Tim Baker, estratega de Deutsche Bank. “Diciembre suele ser un mes flojo para el dólar: cayó el 80% de las veces en la última década”.
En materias primas, el oro se mantenía estable apenas por encima de los US$ 4.200 la onza. El crudo Brent también operaba firme en torno a los US$ 63,17 por barril, sostenido por los recientes ataques con drones a infraestructura rusa que reavivaron temores por la oferta.

