TAIPÉI — Taiwán presentó este miércoles un presupuesto suplementario de defensa por US$40.000 millones, una señal de su determinación de reforzar su capacidad militar ante lo que considera una amenaza creciente de China, informó la presidenta Lai Ching-te.
Beijing, que reclama a la isla como parte de su territorio, ha intensificado en los últimos cinco años la presión militar, política y económica para avanzar en su pretensión de soberanía, algo que Taipéi rechaza de plano. En ese contexto, y bajo crecientes pedidos de Washington para que gaste más en su propia defensa —una presión similar a la ejercida sobre aliados europeos—, Lai apuntó en agosto a elevar el presupuesto militar hasta el 5% del PBI para 2030.
Hoy, al anunciar un paquete de T$1,25 billones (US$39.890 millones), Lai afirmó que la historia demuestra que “ceder ante la agresión solo trae esclavitud”.
“No hay espacio para compromisos en materia de seguridad nacional. La soberanía y los valores centrales de libertad y democracia son el fundamento de nuestra nación”, dijo en una conferencia de prensa en la oficina presidencial.
El ministro de Defensa, Wellington Koo, detalló que el presupuesto —que se ejecutará entre 2026 y 2033— financiará misiles, drones y el nuevo sistema de defensa aérea “T-Dome”, una arquitectura diseñada para detectar y repeler incursiones chinas en tiempo real.
Lai, que había adelantado el plan en un artículo publicado el martes en The Washington Post, sostuvo que el mensaje es inequívoco: Taiwán está dispuesto a defenderse.
“Es una lucha entre preservar una Taiwán democrática o aceptar convertirse en ‘la Taiwán de China’”, afirmó, describiendo el conflicto no como una cuestión ideológica ni un debate entre unificación e independencia, sino como una disputa existencial.
Washington celebró la decisión. Raymond Greene, representante de facto de Estados Unidos en Taipéi, afirmó en Facebook que EE.UU. apoya la “rápida adquisición de capacidades asimétricas críticas” por parte de la isla.
“El anuncio de hoy es un paso decisivo para reforzar la disuasión y mantener la estabilidad en el Estrecho de Taiwán”, señaló.
Taiwán impulsa una modernización militar orientada a la guerra “asimétrica”: fuerzas más pequeñas, ágiles y equipadas con sistemas capaces de infligir daños tácticos a un adversario muy superior en tamaño como China.
Para 2026, el gasto militar total previsto alcanzará T$949.500 millones (US$30.300 millones), equivalente al 3,32% del PBI, el nivel más alto desde 2009.
El anuncio generó reacciones en la política local. Cheng Li-wun, presidenta del Kuomintang —principal partido de oposición—, había rechazado previamente aumentos en el gasto militar. Hoy evitó confirmar si votarán en contra del presupuesto, pero pidió a Lai “alejarse del borde del abismo”.
“El pueblo taiwanés ama la paz y la desea profundamente. Queremos mantenernos lejos de las llamas de la guerra y evitar cualquier conflicto”, declaró.
El anuncio también ocurre en medio de un cruce diplomático entre China y Japón, luego de que la primera ministra japonesa Sanae Takaichi afirmara que un eventual ataque chino a Taiwán podría activar una respuesta militar de Tokio.
Consultada por la disputa, Lai criticó a Beijing:
“Lanzar amenazas y ataques multifacéticos contra los vecinos no es el comportamiento de una potencia responsable”, sostuvo.
Desde Beijing, el portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán acusó a la isla de dejar que “fuerzas externas” dicten sus decisiones.
“Dilapidan fondos que deberían usarse para mejorar la vida de la gente en comprar armas y congraciarse con potencias externas. Esto solo empujará a Taiwán al desastre”, dijo Peng Qingen.
Relación con Estados Unidos y el factor Trump
Estados Unidos, aunque no reconoce diplomáticamente a Taiwán, está obligado por ley a proporcionarle medios para defenderse. No obstante, desde que Donald Trump regresó a la presidencia en enero, solo aprobó una nueva venta de armas: un paquete de US$330 millones en repuestos para aviones de combate.
Fuentes estadounidenses dijeron a Reuters en mayo que Washington planea aumentar significativamente la escala de ventas a Taipéi durante este mandato, en un intento por reforzar la disuasión ante China.
En su artículo del martes, Lai elogió la política de Trump:
“El mundo es más seguro hoy gracias al enfoque de ‘paz mediante la fuerza’ de la administración Trump”, escribió.
Consultada si le preocupa la visita que Trump realizará a China el próximo año —en medio del deshielo comercial entre Washington y Beijing—, Lai negó cualquier inquietud.
“Antes de su viaje a Asia, el presidente Trump remarcó explícitamente que ‘Taiwán es Taiwán’ y dijo que respeta profundamente a nuestra nación. Esas dos frases lo dicen todo”, afirmó.
Lai reiteró que solo el pueblo taiwanés puede decidir su futuro, mientras Beijing sigue rechazando sus ofertas de diálogo y lo califica de “separatista”.

