JERUSALÉN.- En los próximos dos días la presidenta del Tribunal Supremo de Israel, Esther Hayut, y otros diez magistrados decidirán si Benjamín Netanyahu está calificado para formar un nuevo gobierno y podrá seguir dirigiendo el país después de diez años de mandato.
Así, se abre un nuevo episodio en la crisis política que lleva meses sacudiendo al poderoso país y paralizando su desarrollo legislativo.
Los comentarios de los jueces serán transmitidos en directo por televisión para garantizar la transparencia del proceso dada la importancia de la cuestión, que es: si un diputado imputado, Netanyahu por corrupción, en este caso, está capacitado para gobernar.
Este es el caso de Netanyahu, que a partir del 24 de mayo deberá defenderse de varias imputaciones de corrupción ante el tribunal de distrito de Jerusalén.
Además, el Alto Tribunal deberá examinar el acuerdo de gobierno que firmó Benjamín Netanyahu con el líder de Azul y Blanco, Benny Gantz, y que los magistrados podrán declarar ilegal en algunos de sus puntos. Como por ejemplo el anexo de los asentamientos de Cisjordania.
La presidenta Hayut decidió que el Supremo discuta el 3 del mayo si el primer ministro en funciones puede continuar ostentando ese cargo y que el 4 de mayo discuta el acuerdo de gobierno.
Si el Supremo decide que Netanyahu no puede ser primer ministro, Israel se verá abocada a unas cuartas elecciones consecutivas en un poco más de un año.
Por su parte, Netanyahu advirtió al Supremo que una descalificación del primer ministro en funciones tendrá consecuencias graves. “Será un terremoto”, dijo este sábado el premier judío.
Netanyahu y círculo duro llevan años atacando al Tribunal Supremo por considerar que sus miembros no representan a los ciudadanos que acuden a las urnas periódicamente, sino que representan a los oscuros intereses del llamado “Estado profundo”.
La situación actual de Israel carece de precedentes, según los expertos, existen posibles decisiones del Supremo que crearían grandes conflictos dentro del sistema democrático israelí.