TEGUCIGALPA.— El presidente estadounidense, Donald Trump, lanzó este lunes una advertencia directa a Honduras y amenazó con “consecuencias graves” si se confirma un supuesto intento de alterar los resultados de las elecciones presidenciales, donde el conservador Nasry Asfura —a quien respalda abiertamente— mantiene un empate técnico con el también derechista Salvador Nasralla.
Trump, que juega un rol inusualmente activo en los comicios celebrados el domingo, insinuó que suspendería la cooperación con el país centroamericano si Asfura no resulta electo. “Parece que Honduras está tratando de cambiar los resultados. ¡Si lo hacen, habrá consecuencias graves!”, escribió en Truth Social.
Asfura, empresario de 67 años y candidato del Partido Nacional, aventaja por apenas 515 votos a Nasralla —figura televisiva de 72 años y postulante del Partido Liberal— con el 57% de las actas procesadas digitalmente. El Consejo Nacional Electoral (CNE) inició un recuento manual, sin precisar cuándo concluirá. “Los números van a hablar por sí solos”, dijo Asfura, mientras Nasralla advirtió que solo perdería si le hacen “trampa”.
Trump ha etiquetado a Nasralla como “casi comunista” por haber integrado el gobierno de la presidenta Xiomara Castro, con quien luego rompió. Nasralla respondió que las acusaciones surgen de “desinformación malintencionada” de sus adversarios. Asfura, por su parte, dijo estar listo para colaborar con Estados Unidos, país donde viven dos millones de hondureños.
Los comicios suponen un duro golpe para la izquierda hondureña: la candidata oficialista Rixi Moncada quedó más de 20 puntos atrás. Trump la acusó de ser aliada del venezolano Nicolás Maduro y de sus “narcoterroristas”. Moncada consideró que la intervención de Trump fue percibida como un acto de “coerción” hacia los votantes.
Xiomara Castro llegó al poder en 2021, más de una década después del derrocamiento de su esposo, Manuel Zelaya, en medio de un giro hacia Venezuela y Cuba que profundizó la polarización política. Asfura y Nasralla centraron sus campañas en advertir que la continuidad de la izquierda convertiría a Honduras en “la nueva Venezuela”, y manifestaron disposición a estrechar lazos con Taiwán en detrimento de China.
La intervención de Trump se intensificó cuando prometió indultar al expresidente Juan Orlando Hernández, sentenciado en EE.UU. a 45 años por narcotráfico. Para Trump, Hernández —del mismo partido que Asfura— habría sido víctima de un “montaje” del expresidente Joe Biden, pese a que la justicia estadounidense lo declaró pieza clave de un “narco-Estado”.
El eventual perdón choca con la ofensiva antidrogas lanzada por Trump en el Caribe para presionar a Maduro. Moncada denunció que el indulto fue “tramitado” por élites hondureñas.
El margen entre los candidatos sigue siendo ínfimo —39,91% para Asfura contra 39,89% para Nasralla— y expertos señalan que aún es imposible declarar un ganador. “Con los datos actuales, es imposible determinar al vencedor”, dijo el analista Carlos Cálix.
En una nación marcada por la pobreza —el 60% de sus 11 millones de habitantes— y un largo historial de fraudes, muchos votantes expresaron frustración ante la clase política. “Sólo ladrones nos gobiernan”, dijo Henry Hernández, cuidador de autos de 53 años. Michelle Pineda, comerciante de 38, pidió que el próximo presidente vea al país “más allá de una bolsa de dinero que saquear”.
Unos 6,5 millones de hondureños estaban habilitados para elegir al sucesor de Castro, así como diputados y alcaldes. Pese a las denuncias anticipadas de fraude, la jornada electoral transcurrió sin incidentes, según observadores de la OEA.

