WASHINGTON.— El presidente Donald Trump afirmó que “la tierra será la siguiente” en su campaña para detener el flujo de drogas desde Venezuela hacia Estados Unidos, la señal más clara hasta ahora de que planea ampliar los ataques, que hasta el momento se han limitado a objetivos marítimos.
En declaraciones a periodistas en la Casa Blanca el jueves, Trump instruyó al secretario de Defensa, Pete Hegseth, para que notificara al Congreso sobre los próximos planes del gobierno. No detalló los posibles blancos, aunque reiteró que podría ordenar al ejército estadounidense atacar infraestructura de los carteles en territorio venezolano.
“La tierra será la siguiente”, dijo Trump. Dirigiéndose a Hegseth, agregó: “Pete, ve al Congreso y cuéntales. ¿Qué van a hacer? ¿Decir ‘oh, no queremos detener el flujo de drogas’?”
“Las drogas que vienen por tierra son mucho más peligrosas para ellos”, continuó. “Será mucho más peligroso. Lo verán pronto. Así es como será.”
Lanzar ataques en tierra supondría una escalada significativa en las tensiones con Venezuela. En septiembre, el presidente Nicolás Maduro ordenó un despliegue indefinido de tropas y equipamiento en cinco estados, ampliando la movilización original de 15.000 soldados tras el primer ataque estadounidense contra embarcaciones.
Maduro también llamó a los venezolanos a unirse a la milicia y ordenó a las fuerzas armadas entrenar a civiles en el uso de armas. A comienzos de esta semana, el mandatario informó que el gobierno había distribuido unos 5.000 misiles antiaéreos Igla-S de fabricación rusa, desplegándolos en “montañas, pueblos y ciudades” como parte de posiciones defensivas clave.
El jueves, desde Caracas, Maduro declaró que si el país fuera atacado desde el exterior, la clase trabajadora debería organizar una “huelga general insurreccional” y avanzar hacia “una revolución aún más radical”. Fue recibido con cánticos de “Latinoamérica te dice: Yankee go home, gringo go home”.
Consultado sobre si declararía la guerra a los carteles, Trump respondió que no veía razón para hacerlo:
“Creo que simplemente vamos a matar a la gente que trae drogas a nuestro país, ¿de acuerdo? Vamos a matarlos, ya saben, van a estar muertos.”
Desde comienzos de septiembre, la administración Trump ha bombardeado una media docena de barcos en el Caribe sur, alegando que transportaban drogas hacia Estados Unidos. Los ataques han incrementado las tensiones con el gobierno de Maduro y alimentado las especulaciones sobre posibles ofensivas terrestres.
En el mismo evento, Trump negó un informe del Wall Street Journal que afirmaba que bombarderos B-1 habían volado cerca de Venezuela —aunque permaneciendo en espacio aéreo internacional— para aumentar la presión sobre el régimen de Maduro.
El martes, Estados Unidos atacó una embarcación sospechosa de narcotráfico en el Pacífico oriental, ampliando así los bombardeos antes limitados al Caribe. La semana pasada, Trump confirmó que autorizó actividades de la CIA en Venezuela, afirmando que las autoridades del país “vaciarían sus cárceles hacia Estados Unidos” y estarían permitiendo el envío de drogas hacia el norte.
