Trump indultó a exmilitar acusado de crímenes de guerra

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WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos indultó a Michael Behenna, un veterano de las Fuerzas Especiales del Ejército de EEUU condenado por asesinar a sangre fría en Irak a un presunto terrorista de Al Qaeda en 2008.

Hace diez años una corte marcial condenó a Behenna a 25 años de cárcel por haber interrogado de manera ilegal a un sospechoso de terrorismo, al que terminó matando a sangre fría de dos tiros. Tras mostrar buena conducta en prisión y determinarse fallas en el juicio inicial, el presidente le concedió el perdón de la condena.

“El caso del señor Behenna ha tenido un amplio apoyo de los militares, los funcionarios de Oklahoma y el público. (…) Además, mientras cumplía su sentencia, ha sido prisionero modelo. A La Luz de esto hechos, Behenna mercerizaron por acometo el perdón presidencial”, aseguró Sarah Sanders, portavoz de la Casa Blanca.

Asimismo, Sanders mencionó que hubo problemas relacionados con su caso. “Después del fallo, el más alto tribunal de apelaciones del Ejército de EEUU notó preocupación por la forma en que el tribunal de primera instancia había manejado el reclamo de defensa propia del señor Behenna”, aseveró Sanders en la declaración.

“Además, la junta de Clemencia y Libertad Condicional del Ejército redujo su sentencia a 15 años y lo puso en libertad condicional tan pronto como fue elegible en 2014, a solo 5 años de su sentencia”, agregó.

Behenna, de 35 años, fue condenado por el asesinato del irakí Ali Mansur, un presunto yidahista al que desnudó e interrogó de manera ilegal, antes de dispararle dos tiros a sangre fría, uno en el pecho y otro en la cabeza.

Mansur había sido arrestado por su presunta participación en un ataque con explosivos contra una patrulla estadounidense de la que formaba parte Behenna y en la cual fallecieron dos militares, el sargento Adam Kohlhaas, de 26 años, y el sargento Steven Christofferson de 20.

Poco después de la muerte de los soldados, un informe de inteligencia señaló que el irakí Ali Mansur como el probable cerebro de la operación, por lo que fue arrestado en su domicilio, donde hallaron una ametralladora y un pasaporte falso en el que había constancia de viajes a Siria y Arabia Saudita.

Sin embargo, la falta de pruebas contundentes obligaron a los soldados a dejar al prisionero irakí en libertad.

Fue en ese momento cuando Behenna decidió tomarse la justicia por su mano. “Lo desnudé para intimidarle y le dije que quería más información sobre los líderes locales de Al Qaeda y sobre sus viajes a Arabia Saudí y Siria, sobre la explosión. El él solo repetía: “no sé, no sé”, confesó Behenna durante su juicio, admitiendo que hizo un interrogatorio ilegal. Posteriormente le disparó.

Behenna, actualmente de 35 años, fue condenado por asesianto no premeditado y de violar el código militar.