VIRGINIA BEACH.- Un empleado municipal de la ciudad de la costa este de Estados Unidos abrió fuego este viernes en un edificio público matando a 13 personas antes de que la policía lo matara.
Esta nueva tragedia en un país marcado por la violencia de armas de fuego se produjo en Virginia Beach, una ciudad de 450.000 habitantes situada a unos 300 km al sur de Washington.
En un principio se había fijado el número de decesos en 12, sin embargo la última víctima falleció camino al hospital, afirmó el jefe la Policía de Virginia Beach, Jim Cervera, agregando que otras cuatro personas están en el hospital.
Cervera precisó que el atacante, un empleado veterano del Departamento de Servicios Públicos, disparó “indiscriminadamente” en varios pisos y fue abatido por la Policía tras una breve confrontación e intercambio de disparos.
La Policía no publicó el nombre del sospechoso ni describió el posible móvil del ataque. La prensa local reveló que el atacante fue despedido el jueves y estaba molesto.
El tirador utilizó una pistola y un rifle que fueron comprados legalmente, reveló un agente al diario Wall Street Journal. Las autoridades también recuperaron cargadores con gran mayor de munición vacíos.
El alcalde Bobby Dwyer aseguró que “este es el día más devastador en la historia de Virginia Beach”. “Las personas involucradas son nuestros amigos, compañeros de trabajo, vecinos y colegas”, lamentó.
En 2007 Virginia fue escenario de un tiroteo particularmente mortífero, cuando un estudiante con problemas mentales mató a 32 personas en el campus de la universidad Virginia Tech.
Con cada tiroteo mortal, se relanza el debate sobre la regulación de armas de fuego.