CARACAS.- El gobierno de Venezuela detuvo este sábado a tres personas al parecer involucradas en una asalto a una unidad militar el fin de semana pasado en el sur del país, tras pedir a Brasil la entrega de cinco “desertores del Ejército” que fueron localizados en una zona indígena fronteriza.
Sin embargo, el Gobierno de Jair Bolsonaro, informó que está procesando las solicitudes de asilo de los cinco militares detectados en la zona indígena brasileña de San Marcos, en el noreste de Roraima, durante un patrullaje, en medio de las crecientes tensiones entre los dos países.
Los uniformados no tenían en su poder armas y fueron traslados a la capital, Boa Vista, informó el gobierno de Brasil en un primer comunicado.
“Al reconocer y saludar la oportuna acción de las Fuerzas de Seguridad de Brasil, la República Bolivariana de Venezuela informa que a se han comenzando a activar los trámites diplomáticos necesarios (…) para que rindan debidas cuentas ante la Justicia venezolana”, dijo la cancillería venezolana en un comunicado.
El ministro de Relaciones Exteriores del chavismo relacionó a los cinco militares con el asalto al Batallón de infantería en el estado de Bolivar, en el sur del país, que dejó un soldado muerto y el robo de armas.
Nicolas Maduro, por su parte, dijo que el sábado fueron detenidos tres personas, que se sumarían a un primer grupo capturado de unos 11, y que se recuperaron 111 de los 120 rifles ocho lanza granadas, así como misiles antiaéreos.
“Un desertor militar que como desertor pase a otro país, si es capturado, debe ser entregado de inmediato”, precisó Maduro en una salutación a la Fuerza Armada, en una transmisión por el canal estatal del televisión.
El gobierno de Nicolás Maduro acusó a Colombia, Perú y Brasil de colaborar con las personas que irrumpieron la madrugada del 22 de diciembre en una unidad militar, un incidente que ocurrió a escasos días de una clase elección de la directiva de la Asamblea Nacional, presidida por el líder opositor Juan Guaidó.
Los tres países rechazaron y negaron las acusaciones del gobierno venezolano. Sin embargo, Maduro sostiene que algunos implicados estaban en Brasil junto al armamento sustraído.