PEKÍN.— El presidente de China, Xi Jinping, felicitó a Donald Trump por su victoria en las elecciones presidenciales de Estados Unidos y animó a ambas potencias a encontrar la «vía adecuada para llevarse bien».
Xi destacó que relaciones estables, fuertes y sostenibles entre China y Estados Unidos son beneficiosas para ambos países, e indicó que la comunidad internacional espera que estas dos naciones «se respeten mutuamente y coexistan pacíficamente«. Xi también instó a reforzar el diálogo y la comunicación para superar las diferencias.
Las relaciones entre ambos países se deterioraron en los últimos años debido a disputas comerciales, cuestiones de seguridad y tensiones sobre Taiwán y el mar de China Meridional. Sin embargo, tras una reunión de cuatro horas en noviembre de 2023 entre Xi y el presidente Joe Biden, comenzó un proceso de distensión.
Con la victoria de Trump, es posible que resurjan conflictos de su anterior mandato, durante el cual impulsó una guerra comercial con China en 2018, aunque se alcanzó una tregua poco antes de la pandemia de COVID-19.
Trump, quien ha prometido implementar aranceles estrictos, derrotó a la demócrata Kamala Harris en las recientes elecciones y asumirá el cargo en enero.
El mensaje de felicitación de Xi fue menos entusiasta que en 2016, cuando Trump ganó su primera elección, y Xi abogó por un «nuevo comienzo» en las relaciones bilaterales, destacando la responsabilidad compartida en temas globales.
El China Daily, un periódico estatal, publicó un editorial sugiriendo que la segunda presidencia de Trump podría ser una «nueva oportunidad» para las relaciones si se aprovecha bien. El medio estatal señaló que políticas estadounidenses recientes y percepciones erróneas sobre China han dificultado los lazos bilaterales, y llamó a un enfoque pragmático para enfrentar los desafíos globales.
La administración Biden mantuvo varias de las políticas comerciales de Trump y en septiembre impuso nuevos aranceles a productos chinos clave. Sin embargo, las amenazas de Trump de aplicar aranceles del 60% a las importaciones chinas suponen un gran riesgo para el crecimiento de China, en un momento de debilidad económica causada por problemas en el sector inmobiliario, el endeudamiento local y la baja demanda interna.