LATAM.– El hambre aumentó en América Latina y el Caribe afectando a 42,5 millones de personas, es decir, un 6,5% de la población regional, según un informe conjunto de Naciones Unidas.
El informe “El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2019” (SOFI, en inglés) en los últimos cinco años (2014-2018), la subalimentación ha aumentado a nivel mundial, principalmente debido a los incrementos de África y en menor medida, América Latina.
América del Sur alberga la mayor cantidad (55%) de hambrientos de la región, y el aumento observado en los últimos años se debe sobre todo al deterioro de la seguridad alimentaria en Venezuela, donde la prevalencia de la subalimentación casi cuatro veces, de 6,4% en 2012-2014 a 21,2% en 2016-2018.
El aumento significativo del hambre en Venezuela en los últimos años coincide con el período de recesión del país, cuando la inflación alcanzó aproximadamente un 10 millones por ciento y el crecimiento del PIB real empeoro, pasando de -3,9% en 2014 a un estimado de -25% en 2018.
En contraste, el porcentaje de subalimentación en América Latina y el Caribe redujo a la mitad. Pero desde 2014 el hambre ha ido aumentando”, detalló el representante regional de la FAO, Julio Berdegué.
De acuerdo al informe, el aumento del hambre está estrechamente relacionado con la desacelaración de la economía regional. Las caídas en los precios de los productos básicos desde 2011 llevaron a un deterioro en las finanzas públicas de muchos países dependientes de la exportación de productos básicos.
La tasa de desempleo urbano alcanzó el 8,9% en 2016, lo que representa un aumento de 1,6 puntos porcentuales desde 2015. La disminución del PIB y el aumento del desempleo devinieron en ingresos más bajos para los hogares. Después de varios años de marcadas reducciones en la pobreza, los pobres pasaron de 166 millones a 175 millones entre 2013 y 2015, aumentando de 28,1% al 29,2% de la población.
Además, el estudio reveló que 4 millones de niños menores de 5 años sufren de sobrepeso (7,5% del total), 700.000 sufren desnutrición aguda (1,3%) y 4,8 millones sufren retraso en el crecimiento o desnutrición crónica (9%).
Sin embargo, para los adultos la situación no es menos esperanzadora. “Hoy, por cada persona que sufre hambre, más de seis personas sufren sobrepeso”, dijo Berdegué, llamando a un gran impulso regional contra todas las formas de malnutrición.