CAMBERRA.— El Gobierno de Australia, liderado por el laborista Anthony Albanese, anunció este martes que revertirá la decisión adoptada por su antecesor en 2018 de reconocer Jerusalén Oeste como la capital de Israel.
«Reafirmamos nuestra opinión de que (la situación de) Jerusalén es una cuestión de estatus final», dijo hoy la ministra australiana de Exteriores, Penny Wong, en una rueda de prensa en Camberra, en la que insistió en que su estatus «debe resolverse como parte de cualquier negociación de paz entre Israel y el pueblo palestino».
Wong también remarcó que el Gobierno de Albanese, cuyo Partido Laborista ganó los comicios en mayo de este año en Australia poniendo fin a nueve años de gestión conservadora, tampoco tiene intenciones de trasladar su Embajada a Jerusalén Oeste, sino que la mantendrá en Tel Aviv.
El anterior ejecutivo liderado por Scott Morrison emuló en 2018 al entonces presidente estadounidense Donald Trump y reconoció Jerusalén Oeste como capital de Israel, una decisión muy criticada en Australia.
«Sé que esto ha causado conflicto y angustia en parte de la comunidad australiana y hoy el gobierno busca resolver esto«, dijo Wong el martes.
La respuesta de Israel no tardó en llegar. El Ministerio de Exteriores israelí convocará este mismo martes al embajador australiano en el país, Paul Griffiths, tras la decisión del actual gobierno de Australia de revertir la medida adoptada por el anterior en 2018 de reconocer Jerusalén oeste como capital de Israel.
«Una respuesta al anuncio del gobierno australiano se publicará a lo largo del día», confirmó un portavoz de Exteriores.
El primer ministro israelí, Yair Lapid, reaccionó rápidamente a la medida de Australia, que calificó como «una respuesta apresurada a un informe incorrecto en los medios«, y deseó que el nuevo gobierno «maneje otros asuntos con más seriedad y profesionalidad». «Jerusalén es la capital eterna y unida de Israel y nada cambiará eso», insistió el premier.