China ratifica medidas antidumping sobre brandy de la UE

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PEKÍN.—China defendió este miércoles la legitimidad de las medidas antidumping provisionales sobre el brandy de la Unión Europea (UE) anunciadas un día antes, afirmando que se ajustan a la ley y a las normativas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Según un portavoz del Ministerio de Comercio chino, estas medidas responden a peticiones de las industrias nacionales, a diferencia de la investigación antisubsidios de la UE sobre los vehículos eléctricos chinos, que ha suscitado objeciones de algunos estados miembros y sectores industriales europeos.

El portavoz calificó las tarifas impuestas por la UE como carentes de fundamento jurídico y fáctico, señalando que violan las reglas de la OMC y representan un caso de proteccionismo comercial. En respuesta, China ha presentado quejas formales ante la OMC para defender los derechos de su industria de vehículos eléctricos.

El Ministerio instó a la UE a corregir sus «prácticas erróneas» y proteger las relaciones comerciales entre ambas partes. Por su parte, la Cámara de Comercio de la UE en China expresó su decepción por las medidas de Pekín, calificándolas como un retroceso en los avances bilaterales en sectores como la alimentación y bebidas, ejemplificados por el acuerdo de 2020 sobre indicaciones geográficas.

El martes, el Ministerio de Comercio chino anunció que los importadores de brandy europeo deberán hacer depósitos de seguridad a partir del 11 de octubre. Esto afecta principalmente a Francia, aunque a finales de agosto, China había indicado que no impondría medidas antidumping provisionales, a pesar de encontrar márgenes de dumping del 30,6 al 39 % en las ventas de brandy europeo en su mercado.

Tras nueve meses de investigación, Bruselas propuso aumentar los aranceles a los vehículos eléctricos chinos, una medida que Francia considera «proporcionada», mientras que Alemania tiene una postura diferente.

En los últimos meses, China ha iniciado varias investigaciones antidumping sobre productos europeos como lácteos y carne de cerdo, en respuesta a las crecientes tensiones comerciales con la UE.