WASHINGTON.— Estados Unidos criticó a Rusia por haber llevado a cabo una prueba de misil que hizo estallar uno de sus propios satélites, provocando escombros que consideró amenazantes para los astronautas en la Estación Espacial Internacional (EEI).
“Hoy (este lunes), Rusia llevó a cabo de manera irresponsable una destructiva prueba de misiles antisatélite de ascenso directo contra uno de sus propios satélites”, dijo Antony Blinken, secretario de Estado.
Añadió que esta acción ha “generado más de 1.500 desechos orbitales rastrilles y cientos de miles de pedazos más pequeños de restos orbitales que ahora amenazan los intereses de todas las naciones”.
🔴PELIGRO EN LA ESTACIÓN ESPACIAL INTERNACIONAL
Hace tan solo unas horas, los tripulantes de la Estación Espacial Internacional recibieron una alerta de dos posibles colisiones de basura espacial, ante el llamado, los astronautas tuvieron que refugiarse en sus naves espaciales: pic.twitter.com/HcBzPZgNHE
— Conexión Espacial (@conexionspacial) November 15, 2021
La Estación Espacial pasa “a través o cerca de la nube (de escombros) cada 90 minutos”, confirmó la NASA en un comunicado.
Durante el segundo y tercer pasaje, las siete personas a bordo de la EEI se refugiaron en sus naves, amarrados a la estación, preparados para una posible evacuación de emergencia.
La tripulación está compuesta por cuatro estadounidenses, un alemán y dos rusos. Esta medida se tomó específicamente sobre la base de una evaluación de riesgos de la NASA.
Blinken prometió que Estados Unidos “trabajará con sus aliados y socios para tratar de responder a este acto irresponsable”.
Bill Nelson, jefe de la NASA, se declaró “indignado” por la prueba.
“Con su larga historia en vuelos espaciales tripulados, es impensable que Rusia ponga en peligro no solo a los astronautas estadounidenses e internacionales en la EEI, sino también a sus propios cosmonautas”, así como a los astronautas chinos a borda de su propia estación espacial, dijo en un comunicado.
La prueba de su nueva arma por parte de Rusia supone una extraña demostración de fuerza del Kremlin criticada por la comunidad espacial, por el riesgo que genera a las tripulaciones en la órbita terrestre baja.