NUEVA YORK.— Este miércoles, los pedidos de renuncia del presidente del Banco Mundial, David Malpass, tomaron fuerza luego de que este declinara hablar sobre el impacto de las energías fósiles en el recalentamiento del planeta, en un evento en Nueva York.
Interrogado en una mesa redonda dedicada al financiamiento de la lucha contra el cambio climático, Malpass se negó a dar una respuesta.
«¿Acepta usted el consenso científico de que el uso de energías fósiles recalienta peligrosa y rápidamente el planeta?», le preguntó el moderador del evento, a lo que el jefe del Banco Mundial rehusó responder.
La mesa redonda, organizada el martes por el diario The New York Times, se desarrolló en el marco de la Semana del Clima en Nueva York, al margen de la Asamblea General de Naciones Unidas.
Luego de varias preguntas para saber si reconocía el hecho de que las energías fósiles tenían un impacto real en el recalentamiento terrestre, por fin y presionado por el público Malpass declaró que no sabía.
«No soy un científico«, se justificó Malpass, que prefirió destacar el «enorme esfuerzo» realizado por el Banco Mundial para ayudar al financiamiento contra el cambio climático.
Su comentario suscitó numerosas reacciones de parte de oenegés especializadas y que solicitaron su renuncia.
«El Banco Mundial no puede ser dirigido por un escéptico (del cambio) climático. El presidente (Joe) Biden y el consejo de administración de la institución deben licenciarlo de inmediato», declaró en un comunicado Luisa Galvao de la asociación Amigos de la Tierra.
«Con Malpass a la cabeza, no se puede confiar en el Banco Mundial como aliado del desarrollo sostenible», dijo a su turno Bronwen Tucker, de Oil Change International.
El Banco Mundial no respondió a las solicitudes de comentarios hechas por la AFP.