CIUDAD DE MÉXICO.— La organización ambientalista internacional Greenpeace presentó una demanda de amparo en contra de la construcción del tramo 5 del Tren Maya, uno de los proyectos de infraestructura más importantes del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
La construcción de ese tramo del Tren Maya implica riesgos para el medio ambiente, ya que a lo largo de 121 kilómetros viven especies en peligro de extinción, como el pez ciego, el jaguar y diversos tipos de monos. Además, en el subsuelo existen cuevas y subterráneos que podrían desaparecer.
Así lo establece la demanda interpuesta por Greenpeace y el Centro para la Diversidad Biológica ante el segundo juzgado de distrito de Quintana Roo, el estado mexicano donde se construirá un segmento de esta megaobra. La parte demandada es la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
“La deforestación y demás actividades que se han realizado hasta este día son completamente ilegales y ninguna promesa de mitigación o reparación a posteriori pueden servir de aval a un trazo que no se encuentra autorizado; con el cual se comprometen incluso los compromisos climáticos de nuestro país”, aseguró Aleira Lara, directora de campañas de Greenpeace México.
La organización ambientalista afirma que la construcción del Tren Maya está afectando el hábitat de los jaguares, ocelotes, monos araña y muchos otros animales protegidos por las leyes mexicanas.
La demanda de amparo cuestiona la exención y la sección más riesgosa del tren que conecta Playa del Carmen con Tulum, en el sureste de México.
De acuerdo con Greenpeace, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador inició las obras del Tren Maya “negando el acceso a la información ambiental y la participación pública en la toma de decisiones ambientales, como el cambio en la ubicación del trazo”.