HAWÁI.— En un comunicado emitido este sábado por las autoridades del condado de Maui, en las Islas Hawái, se reportó que la cifra de vidas perdidas se elevó a 80 tras una actualización periódica sobre la situación de los devastadores incendios de esta semana.
Además, se confirmó que aproximadamente 1.418 personas fueron evacuadas de manera segura y trasladadas a refugios de emergencia, mientras que los residentes locales comienzan a regresar a sus hogares una vez más. No obstante, la cifra oficial de víctimas mortales, que en un inicio se situaba en 55, sigue en aumento.
🇺🇲 | Incendios catastróficos arrasan Hawái. pic.twitter.com/U4q8uRhc1V
— Alerta Mundial (@AlertaMundial2) August 12, 2023
En medio de crecientes críticas en torno a la respuesta oficial frente a esta tragedia, la fiscal general de Hawái, Anne Lopez, anunció la apertura de una investigación exhaustiva para analizar la gestión de la crisis. La comunidad ha expresado su preocupación por la falta de advertencias previas al incendio, que dejó atrapadas a muchas personas en la localidad.
López declaró su intención de llevar a cabo una evaluación detallada de las decisiones cruciales tomadas y las políticas implementadas que desembocaron en los incendios forestales que asolaron las islas de Maui y Hawái a lo largo de esta semana.
Los equipos de búsqueda están empleando caninos especialmente entrenados para rastrear a las víctimas, de lo que el gobernador Josh Green ha catalogado como «posiblemente el desastre natural más devastador en la historia del estado de Hawái».
Después de recorrer las calles históricas de Lahaina, Green expresó su impacto emocional ante la magnitud de la catástrofe. Los incendios han arrasado con más de 800 hectáreas en dos islas del archipiélago, forzando la evacuación de miles de personas, algunas de las cuales optaron por adentrarse en el agua en un intento por escapar de las implacables llamas.
El pasado jueves, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, declaró oficialmente el estado de desastre en Hawái y ordenó la movilización de asistencia federal para complementar los esfuerzos de recuperación liderados por el gobierno estatal y local en las áreas afectadas por los incendios forestales que se desencadenaron el martes 8 de agosto.
Este suceso se posiciona como el peor desastre natural en la región desde el devastador tsunami de 1960, que cobró la vida de 61 personas en la localidad de Hilo. A pesar de ello, todavía está lejos de igualar la tragedia del tsunami de 1946, que dejó un saldo de 158 fallecidos antes de que el territorio se convirtiera en un estado de los Estados Unidos.
La combinación de una prolongada sequía que afectó las islas en los últimos meses y los poderosos vientos provenientes del huracán Dora propiciaron la rápida propagación de las llamas, exacerbando aún más la devastación.