TEHERÁN.— Un tribunal iraní sentenció a muerta a un preso acusado de participar en las protestas que sacuden a la nación persa, en la que se convierte en la segunda condena a la pena capital por participar de las movilizaciones que piden más libertad.
El acusado fue condenado “por atacar a una persona con un cuchillo, prender fuego una motocicleta y declarar la guerra contra el Estado”, según informó este miércoles la agencia de noticias Mizan, del Poder Judicial.
No obstante, según la agencia, la condena puede ser apelada en tribunales superiores.
El pasado domingo la Justicia dictó la primera condena a muerte contra una persona acusada de participar en las protestas desatadas por la muerte de Masha Amini, tras ser detenida por la Policía de la moral por llevar mal puesto el velo islámico.
Además, las autoridades judiciales han acusado a más de 2.000 personas de diversos delitos por su participación en las protestas, en las que se pide el fin de la República Islámica, muchas de las cuales se enfrentan a penas de muerte.
Las movilizaciones se intensificaron ayer con manifestaciones y huelgas para conmemorar las protestas de 2019 causadas por la subida del combustible y en las que murieron 300 personas, según Amnistía Internacional.
En algunas partes de varias ciudades cerraron los comercios, mientras que en multitud de universidades a lo largo del país se gritaron de nuevo eslóganes como «mujer, vida, libertad” o «muerte al dictador”, en referencia al líder supremo de Irán, Ali Jameneí.
Las protestas están protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres al grito de «mujer, vida, libertad», lanzan consignas contra el Gobierno y queman velos, uno de los símbolos de la República Islámica y algo impensable no hace mucho.
Al menos 326, entre ellos 43 menores de edad, han muerto en la represión policial, según la a ONG Iran Human Rights, con sede en Oslo.