WASHINGTON.— Las gestiones diplomáticas para evitar un conflicto militar en Oriente Medio entre Irán y sus aliados, por un lado, e Israel, por otro, se intensificaron el lunes, mientras varios países aconsejan a sus ciudadanos abandonar Líbano.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró que su país está dispuesto a enfrentarse a «Irán y sus secuaces en todos los frentes» y advirtió que quienes ataquen a Israel enfrentarán graves consecuencias.
El lunes, el ejército israelí informó sobre la llegada del general Erik Kurilla, jefe del Mando Central de EE.UU. para Oriente Medio, para evaluar la situación de seguridad. Además, el exministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, llegó a Teherán para participar en las negociaciones.
Irán, el grupo islamista palestino Hamás y Hezbolá libanés acusaron a Israel de asesinar al líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán, mientras que Israel había reivindicado anteriormente el ataque que mató al jefe militar de Hezbolá, Fuad Shukr, cerca de Beirut. Tras el ataque de Hamás del 7 de octubre, que desencadenó la guerra en Gaza, Israel ha prometido destruir al grupo.
Los recientes asesinatos llevaron al líder de Hezbolá, Hasán Nasralá, a afirmar que Israel ha cruzado las «líneas rojas» y al líder supremo de Irán, Alí Jamenei, a amenazar con un «severo castigo». Las autoridades iraníes insistieron en que tienen el derecho legal de castigar a Israel.
En respuesta a la escalada, el presidente estadounidense Joe Biden convocará al Consejo de Seguridad Nacional para analizar la situación. Mientras tanto, una base en Irak con tropas estadounidenses recibió un ataque con cohetes, aunque no se especificó el autor del ataque.
Estados Unidos ha reforzado su seguridad en la región y busca calmar la situación a través de la diplomacia. El secretario de Estado, Antony Blinken, instó a todas las partes a evitar la escalada y a reducir las tensiones. Líderes internacionales como el presidente francés Emmanuel Macron, el príncipe heredero saudita Mohamed bin Salmán y el presidente emiratí Mohamed bin Zayed al Nahayane también pidieron responsabilidad y moderación.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidió a todas las partes y a los países influyentes que actúen con urgencia para prevenir la expansión del conflicto. Según Axios, Blinken advirtió a los países del G7 sobre la posibilidad de un ataque inminente por parte de Irán y Hezbolá, y también discutió la situación con el primer ministro iraquí, Mohamed Shia al Sudani.
En Líbano, varios países, incluyendo Suecia, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Jordania y Arabia Saudita, han instado a sus ciudadanos a salir del país. Varios vuelos a Beirut han sido suspendidos, y Royal Jordanian organizó vuelos adicionales para los ciudadanos jordanos. El Ministerio de Salud libanés reportó muertes debido a ataques israelíes y Hezbolá reivindicó disparos contra instalaciones militares en Israel.
El conflicto en Gaza ha resultado en numerosas víctimas, con informes que indican hasta 39.623 muertos en Gaza y 1.197 en Israel tras el ataque de Hamás. Los combates continúan, con Israel realizando una ofensiva en la Franja de Gaza, mientras que Hamás mantiene a varios rehenes secuestrados.