TAIPEI.— No hay margen para ningún tipo de compromiso cuando se trata de la seguridad de Taiwán, mientras que la libertad y la democracia son valores fundamentales que no tienen nada que ver con disputas ideológicas, dijo el martes el presidente Lai Ching-te a un grupo de reservistas del Ejército.
Lai anunció la semana pasada un presupuesto suplementario de defensa de 40.000 millones de dólares para reforzar la determinación de la isla de defenderse ante la creciente amenaza militar de China, que reclama a Taiwán —gobernado democráticamente— como parte de su territorio.
Hablando ante reservistas en el condado nororiental de Yilan, Lai afirmó que, frente a la coerción y el acoso de China, el gobierno debe invertir más en defensa y prepararse mejor para el peor escenario.
“La seguridad nacional no admite absolutamente ningún compromiso. La soberanía nacional y los valores fundamentales de libertad y democracia son el cimiento de nuestra nación”, sostuvo. “No se trata de disputas ideológicas; son la posición común de todo el pueblo de Taiwán”.
Lai agregó que Taiwán debe apoyarse en la fuerza para obtener una paz verdadera.
“La paz no puede alcanzarse únicamente mediante un pedazo de papel llamado acuerdo de paz, ni puede —ni podrá jamás— lograrse cediendo ante las exigencias de un agresor”, afirmó.
“Incluso al buscar la reconciliación, debemos contar con un poder sólido que respalde la protección de los intereses nacionales. Sin fuerza suficiente, la llamada reconciliación acabará convirtiéndose en rendición”.
Reforma de las fuerzas de reserva
El gobierno taiwanés anunció en 2021 una reforma del entrenamiento de sus reservistas, que incluye mayor énfasis en ejercicios de combate y tiro. Al año siguiente, amplió el servicio militar obligatorio de cuatro meses a un año.
El martes, Lai observó ejercicios de reservistas que incluían manejo de drones, disparo de armas, lanzamiento de granadas y aplicación de torniquetes a compañeros durante prácticas de campo.
Si bien Taiwán ha reforzado la producción doméstica de armamento, aún depende en gran medida de Estados Unidos para equipamiento de alto costo como aviones, pese a la ausencia de lazos diplomáticos formales.
La vicepresidenta taiwanesa, Hsiao Bi-khim, dijo esta semana que el gobierno aprecia el apoyo de EE.UU. en el entrenamiento militar. Los programas estadounidenses para Taiwán rara vez se discuten públicamente.
“Estamos muy agradecidos por algunas iniciativas de EE.UU. para entrenar a nuestra gente”, afirmó en el pódcast estadounidense Bannon’s WarRoom. Steve Bannon fue asesor del presidente Donald Trump durante su primer mandato.
“Creo que los taiwaneses tendrán mayor confianza si sabemos que estamos siendo entrenados por los mejores del mundo”, añadió.
China nunca ha renunciado al uso de la fuerza para someter a Taiwán. Lai y su gobierno rechazan las reivindicaciones de soberanía de Beijing y sostienen que sólo el pueblo taiwanés puede decidir su futuro.

