TAIPÉI.— El presidente de Taiwán, Lai Ching-te, declaró el jueves que China ha intensificado sus campañas de influencia e infiltración contra la isla democrática, y prometió tomar medidas para hacer frente a los intentos de Pekín de «absorber» Taiwán.
En los últimos años, Taiwán ha acusado a China de incrementar los ejercicios militares, las sanciones comerciales y las campañas de influencia para forzar a la isla a aceptar sus reclamos de soberanía.
Tras una reunión con altos funcionarios de seguridad, Lai afirmó ante los periodistas que Pekín ha utilizado la democracia de Taiwán para «absorber» a diversos sectores de la sociedad, incluidos grupos del crimen organizado, figuras mediáticas y miembros activos o retirados de las fuerzas militares y policiales.
«Ellos (China) están llevando a cabo actividades de división, destrucción y subversión desde dentro», declaró Lai en una conferencia de prensa transmitida en vivo desde la oficina presidencial.
La Oficina de Asuntos de Taiwán de China no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. Al ser consultada sobre las declaraciones de Lai en una rueda de prensa habitual, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning, afirmó que, sin importar lo que diga el gobierno de Lai, «no cambiará el hecho de que Taiwán es parte de China ni el inevitable proceso de reunificación con la patria».
Citando datos gubernamentales, Lai señaló que 64 personas fueron acusadas de espionaje para China el año pasado, tres veces más que en 2021, y que la mayoría eran funcionarios militares en activo o retirados.
«Muchos temen que nuestro país, nuestra libertad y democracia conquistadas con esfuerzo, y nuestra prosperidad se pierdan poco a poco debido a estas campañas de influencia y manipulación», expresó.
Según Lai, las acciones de China cumplen con la definición de «fuerzas hostiles extranjeras» según la Ley contra la Infiltración de Taiwán.
El presidente propuso 17 contramedidas legales y económicas, incluyendo una estricta revisión de las visitas y solicitudes de residencia de ciudadanos chinos en Taiwán, así como propuestas para reactivar el tribunal militar.
Además, Lai indicó que su gobierno realizaría «ajustes necesarios» en los flujos de dinero, personas y tecnología a través del estrecho de Taiwán, aunque no ofreció detalles al respecto.
También anunció que el gobierno emitiría «recordatorios» a actores y cantantes taiwaneses que actúen en China sobre sus «declaraciones y acciones», en respuesta a lo que Taipei considera una campaña china para presionar a las celebridades a expresar comentarios a favor de Pekín.
«No nos queda otra opción que tomar medidas más activas», afirmó.
Esta semana, la Oficina de Asuntos de Taiwán de Pekín afirmó que es «completamente natural» que los taiwaneses, incluidos los artistas, expresen su reconocimiento a China. Sus declaraciones se produjeron en medio de la indignación en Taiwán tras publicaciones en redes sociales chinas de varias celebridades de la isla refiriéndose a Taiwán como «una provincia de China».
China reclama Taiwán como parte de su territorio y nunca ha descartado el uso de la fuerza para someter a la isla.
El gobierno taiwanés rechaza los reclamos de soberanía de Pekín y sostiene que solo el pueblo de Taiwán puede decidir su futuro.