BRUSELAS.—El 15 de febrero, la Comisión Europea (CE) ajustó a la baja sus proyecciones de crecimiento económico para la Unión Europea (UE) en 2024, comparado con las estimaciones realizadas meses atrás.
El organismo redujo su previsión de crecimiento económico para el bloque al 0,9%, indicando también una desaceleración de la inflación más marcada de lo inicialmente anticipado.
En un comunicado, la Comisión informó sobre las nuevas previsiones que apuntan a tasas de crecimiento inferiores a las proyectadas para 2023, y destacó una aceleración a la baja en la tendencia actual de la inflación.
Concretamente, la CE ahora estima que para 2024, el crecimiento económico alcanzará el 0,9% en la Unión Europea (frente al 1,3% previo) y el 0,8% en la zona euro (en contraste con el 1,2% anterior). Asimismo, se espera que la inflación en la UE disminuya del 6,3% en 2023 al 3,0% en 2024, con una proyección adicional de descenso al 2,5% en 2025.
La Comisión Europea explicó que existen factores potencialmente adversos para la economía regional, como el próximo fin de las medidas de apoyo a la energía en los Estados miembros y las actuales tensiones geopolíticas, especialmente en Oriente Medio.
Estos elementos podrían generar perturbaciones comerciales y contribuir a mantener elevados los precios de los productos, resultando en mayores niveles de inflación.
No obstante, la CE identifica aspectos positivos para el presente año, anticipando una gradual aceleración de la actividad económica en la UE.
A medida que la inflación continúa su descenso, se prevé un aumento de los salarios reales, lo que podría impulsar el gasto de los consumidores. Además, se espera una recuperación en el mercado laboral y una normalización del comercio con socios extranjeros, tras los resultados débiles del año pasado.