Washington da ultimátum a Rusia

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BRUSELAS.- El flamante secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, aseguró durante una reunión con sus colegas de la OTAN en Bruselas que “podemos esconder la cabeza bajo la tierra o, en aras de la razón, reaccionar ante el flagrante incumpliendo el tratado INF por parte de Rusia”, fijando a los rusos un plazo de 60 días. 

Durante esta reunión, por primera vez la OTAN declaró por unanimidad que Rusia ha estado violando durante años las reglas del tratado de desarme INF contra misiles nucleares de medio alcance. El nuevo sistema ruso de misiles 9M729 viola claramente las normas del acuerdo. Durante más de cinco años, el Gobierno ruso ha sido advertido en repetidas ocasiones y este se ha limitado a negarlo. 

“Primero los rusos dijeron que no hubo violación del tratado, luego cambiaron la historia y ahora admiten que los misiles existen”, señala Pompeo. Sin embargo, Moscú afirma que no violó el tratado.”No tiene sentido que Estados Unidos se quede en un acuerdo que no se respeta”. 

Pompeo dejo claro que el Gobierno de Trump considera actualmente el tratado INF como un obstáculo para sus propios proyectos de armamento, en lugar de ser útil para limitar una carrera de armas nucleares. 

En ese sentido, el funcionario estadounidense explicó que si no hay cambios, entonces, después de la expiración del ultimátum llegará la declaración unilateral de Estados Unidos de abandonar el tratado. Así, a partir de febrero del próximo año comenzará un período de prórroga de seis meses acordado por el tratado. Durante este tiempo, Moscú aún podría regresar al acuerdo. Por lo tanto, la finalización real del tratado tendría lugar a finales de julio de 2019. 

La OTAN y Pompeo están de acuerdo en que Rusia ha estado violando el tratado de desarme durante años. Sin embargo, el ultimátum y el tono áspero provienen de los socios contractuales estadounidenses. Pompeo dejo claro lo que piensa de las instituciones internacionales que no funcionan en la línea de Estados Unidos como la OMC, el FMI y la Corte Penal Internacional, entre otros. 

El secretario de la OTAN, Jens Stoltenberg, señaló que es consciente de que las “consecuencias afectarán principalmente a Europa”, al comentar el inminente final del tratado INF. Como noruego, entiende en particular las necesidades de seguridad de los vecinos de Rusia.