WASHINGTON.— El secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, compartió detalles sobre un ataque realizado en marzo contra los hutíes, alineados con Irán en Yemen, en un grupo de mensajería que incluía a su esposa, su hermano y su abogado personal, según informó una fuente con conocimiento del asunto a Reuters el domingo.
La revelación de este segundo chat en la app Signal incrementa las dudas sobre el uso que hace Hegseth de sistemas no clasificados para difundir información altamente sensible, justo en un momento delicado para su gestión: la semana pasada, varios altos funcionarios fueron destituidos del Pentágono en el marco de una investigación interna por filtraciones.
En este segundo grupo, Hegseth habría compartido detalles del ataque similares a los divulgados el mes pasado por The Atlantic, después de que su editor en jefe, Jeffrey Goldberg, fuera incluido por error en otro grupo de Signal que involucraba a los principales funcionarios de seguridad nacional del presidente Donald Trump, en un episodio embarazoso para la Casa Blanca.
La fuente —que pidió mantener el anonimato— señaló que el segundo chat incluía a una docena de personas y fue creado durante el proceso de confirmación de Hegseth, con el objetivo original de abordar asuntos administrativos, no para planificación militar detallada. Sin embargo, allí se compartieron datos sobre el cronograma de los ataques aéreos.
Jennifer Hegseth, esposa del secretario y exproductora de Fox News, ha participado en reuniones sensibles con contrapartes militares extranjeras, según imágenes difundidas por el propio Pentágono. En una reunión celebrada en marzo con su par británico, ella aparece sentada detrás de Hegseth.
El hermano del secretario también está vinculado al ámbito de la seguridad: actúa como enlace del Departamento de Seguridad Nacional ante el Pentágono.
La administración Trump ha llevado adelante una ofensiva contra las filtraciones, una cruzada en la que Hegseth ha sido un entusiasta protagonista. El vocero del Pentágono, Sean Parnell, afirmó —sin aportar pruebas— que los medios están “amplificando las quejas de exempleados resentidos como única fuente de sus artículos”.
“Los medios que odian a Trump siguen obsesionados con destruir a cualquiera que esté comprometido con su agenda. Ya logramos mucho por el soldado estadounidense y no retrocederemos”, declaró Parnell en un comunicado en la red X.
Desde la Casa Blanca, la vocera Anna Kelly añadió que “los ‘filtradores’ recientemente despedidos siguen distorsionando la verdad para calmar sus egos heridos y sabotear la agenda del presidente”.
Legisladores demócratas señalaron que Hegseth ya no puede seguir en el cargo.
“Seguimos descubriendo cómo Pete Hegseth puso vidas en riesgo”, escribió el líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, en X. “Pero Trump es demasiado débil para despedirlo. Hegseth debe ser destituido”.
Por su parte, la senadora Tammy Duckworth —veterana de la guerra de Irak que sufrió graves heridas en combate en 2004— fue más tajante: “Hegseth debe renunciar en desgracia”.
Un funcionario del Pentágono, que habló bajo condición de anonimato, también puso en duda la continuidad de Hegseth tras las nuevas revelaciones.
La polémica se suma al despido, días atrás, de Dan Caldwell, uno de los principales asesores de Hegseth, quien fue escoltado fuera del Pentágono tras ser identificado como parte de la investigación sobre filtraciones. Aunque menos conocido que otros altos funcionarios, Caldwell era una figura clave en el entorno del secretario de Defensa y había sido designado por él como coordinador en el primer chat filtrado de Signal.
“Estamos profundamente decepcionados por la manera en que terminó nuestro servicio en el Departamento de Defensa”, escribió Caldwell en X. “Funcionarios anónimos del Pentágono han difamado nuestro carácter con acusaciones sin fundamento”.
Tras la salida de Caldwell, otros funcionarios de menor rango, como Darin Selnick (subjefe de gabinete de Hegseth) y Colin Carroll (jefe de gabinete del subsecretario de Defensa Steve Feinberg), fueron suspendidos y despedidos el viernes.