TEHERÁN.—La representación de Irán ante las Naciones Unidas emitió un comunicado el lunes 29 de enero de 2024, negando cualquier implicación de Teherán en el ataque que resultó en la muerte de tres soldados estadounidenses cerca de la frontera con Siria.
A través de declaraciones difundidas por la agencia estatal de noticias IRNA, la delegación afirmó que Irán «no tenía ninguna conexión y no estaba relacionado de ninguna manera con el ataque a la base estadounidense«. No obstante, argumentó que existe un conflicto entre las fuerzas estadounidenses y grupos de resistencia en la región que responden a los ataques.
Este incidente marca la primera vez que miembros de las fuerzas militares estadounidenses fallecen como resultado de fuego hostil desde el reinicio de la guerra entre Israel y Hamás.
El Comando Central de EE. UU. (CENTCOM) informó el 28 de enero que el ataque había alcanzado una base de apoyo logístico ubicada en la Torre 22, en el noreste de Jordania, y que dejó al menos 34 miembros del servicio heridos, ocho de los cuales tuvieron que ser evacuados del país.
En la base, donde hay aproximadamente 350 efectivos del Ejército y la Fuerza Aérea estadounidenses, se llevan a cabo «una serie de funciones clave de apoyo» para la coalición internacional contra el grupo yihadista Estado Islámico, según detalló el CENTCOM.
Las tres muertes anunciadas por el presidente Joe Biden son las primeras de estadounidenses en varios meses, durante los cuales se han producido ataques contra fuerzas militares de Estados Unidos por milicias respaldadas por Irán en Oriente Medio, principalmente durante la guerra en Gaza.
Funcionarios estadounidenses están trabajando para identificar al grupo responsable del ataque, aunque estiman que podría estar respaldado por Irán. La televisora estatal de Jordania informó que el ataque ocurrió al otro lado de la frontera con Siria, mientras que funcionarios estadounidenses insisten en que tuvo lugar en Jordania, donde han tenido soldados desplegados durante mucho tiempo.
En respuesta a los ataques contra fuerzas estadounidenses y para disuadir a rebeldes hutíes en Yemen de amenazar la navegación comercial en el Mar Rojo, Estados Unidos ha llevado a cabo ataques en los últimos meses contra objetivos en Irak, Siria y Yemen.