BRASILIA.- El fin de semana miles de personas protestaron en Brasil contra el presidente Jair Bolsonaro por el manejo de la pandemia de COVID-19, que ha dejado mas de 462.000 muertos.
Entre varias demandas, los manifestantes exigieron que se aumenten las ayudas económicas, se acelere la vacunación y que se le inicie un juicio político para destituir al presidente.
En el centro de Río de Janeiro, unas 10.000 personas marcharon por las calles, algunas coreando “genocidio de Bolsonaro” o “Vete bolsovirus”. Otras protestas similares se llevaron a cabo en otras ciudades importantes como San Pablo o Brasilia.
Al fin Brasil se cansó #ForaBolsonaropic.twitter.com/lJ9N0HNqZD
— Víctor ☆ (@Pinguictor) May 30, 2021
Brasil ostenta el segundo mayor número de muertes por COVID-19 del mundo después de Estados Unidos. Al comienzo de la pandemia, el presidente Bolsonaro calificó al SARS-CoV-2 de “gripecita” y, a medida que el número de muertos por la enfermedad ha aumentado, su rechazo a imponer medidas contra la enfermedad como cuarentenas, su reticencia a usar mascarilla, el haber promovido medicamentos no probados contra el virus, haber rechazo ofertas e vacunas contra el virus o no anticipar la falta de oxígeno, ha aumento el descontento en su contra.
Uno de los reclamos que más se escucharon durante el fin de semana fueron las muertes ocurridas en la pandemia que se podrían haber evitado si el Gobierno de Bolsonaro hiciera comenzado antes la campaña de vacunación en Brasil, una estrategia que se desarrolla lentamente y con fallos frecuentes por falta de suministros.
Hasta ahora, ya se vacunó con una dosis a poco más de 21% de la población de más de 210 millones de habitantes y con las dos dosis, a cerca de 10%, según el diario Folha de Sao Pablo.
Asimismo, una comisión parlamentaria que está investigando la gestión del presidente procura determinar si el general Eduardo Pazuello, mientras fue ministro de Salud, ordenó la compra de millones de tabletas de cloroquina en vez de dar prioridad a la adquisición de vacunas.
En ese contexto, la popularidad de Bolsonaro cayó a 24%, su nivel más bajo desde que asumió el gobierno, 49% de los brasileños opoi na que debe ser destituido inmediatamente y su atención de voto es de 23% contra 41% del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, según sondeo del Instituto Datafolha publicado por Folha de Sao Paulo.