MUNDO.— «Un nuevo año, otro récord más. Esto debería ser una llamada de atención para los responsables de tomar decisiones. Es evidente que estamos lejos de alcanzar los objetivos del Acuerdo de París», afirmó Celeste Saulo, secretaria general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), agencia de la ONU.
La concentración de gases de efecto invernadero volvió a alcanzar máximos históricos en 2023, con un aumento del 11,4 % en los niveles de dióxido de carbono (CO2) en las últimas dos décadas, según reportó la OMM este lunes. Este incremento «condena al planeta a un futuro de temperaturas en alza constante», aseguró la agencia.
Informe anual
El informe anual de la OMM sobre la concentración de estos gases, publicado dos semanas antes de la próxima Cumbre del Clima en Bakú, revela que los niveles de CO2 alcanzaron 420 partes por millón el año pasado, lo que representa un incremento del 151 % en comparación con la época preindustrial (antes de 1750).
También se registraron 1.934 partes por mil millones de metano y 336,9 partes por mil millones de óxido nitroso, los otros dos gases que contribuyen al calentamiento global, con aumentos respecto a niveles preindustriales del 265 % y 125 %, respectivamente.
«Estos no son simples números. Cada aumento en partes por millón y en fracciones de grado de temperatura tiene efectos reales sobre nuestras vidas y sobre el planeta», subrayó Saulo.
Impacto de los incendios en las emisiones
Este incremento en las emisiones se vio influido por la transición de La Niña a El Niño (fenómeno que eleva las temperaturas en el Pacífico) y una intensa temporada de incendios forestales, cuyas emisiones de CO2 fueron un 16 % superiores al promedio de años previos, con grandes incendios en países como Canadá y Australia.
El metano y el óxido nitroso, que se generan tanto por causas naturales como por actividades humanas —como la agricultura, la ganadería y la quema de biomasa— también experimentaron aumentos, aunque menores que los de 2022, según el informe de la OMM.
La agencia meteorológica de la ONU advierte que, aun si las emisiones se redujeran rápidamente a cero neto (compensadas por la absorción de bosques y otros sumideros), podrían pasar décadas antes de que los niveles de temperatura bajen, dada la permanencia prolongada del CO2 en la atmósfera.