CANBERRA.—La policía australiana está investigando por qué un hombre de 40 años, con historial de problemas mentales, atacó exclusivamente a mujeres al matar a seis personas con un arma blanca en un centro comercial de Sídney el pasado sábado.
Mientras el país lamenta las pérdidas y cientos de personas colocan flores cerca del lugar, vídeos compartidos en redes sociales muestran a Joel Cauchi atacando a mujeres durante su arremetida en el complejo comercial Westfield Bondi Junction de Sídney. Cinco de las seis víctimas mortales son mujeres, al igual que la mayoría de los heridos.
«Los vídeos hablan por sí solos, y esa es definitivamente una línea de investigación para nosotros», dijo la comisaria Karen Webb, de la policía del estado de Nueva Gales del Sur, a la televisión ABC. «Es evidente para los detectives que el atacante se centró en mujeres y evitó a los hombres», añadió.
Cauchi fue abatido por una agente policial en el lugar de los hechos. La policía ha confirmado que Cauchi tenía antecedentes de problemas de salud mental y que no hay indicios de que alguna ideología fuera un motivo del ataque.
El único hombre que falleció durante el ataque fue Faraz Tahir, un guardia de seguridad de 30 años del centro comercial, quien llegó a Australia el año pasado como refugiado de Pakistán, según una declaración de la Comunidad Musulmana Ahmadía de Australia, a la que pertenecía.
Este lunes, miles de flores y coronas formaban un monumento improvisado afuera del centro comercial junto a la playa en Bondi, mientras cientos de residentes de Sídney llegaban a rendir homenaje. «Es impactante que algo así pueda suceder tan cerca de casa», dijo Wren Wyatt, quien presentó sus respetos en el acto conmemorativo. «Aún estoy tratando de volver a la vida cotidiana. He tomado el día libre hoy para intentar mejorar mi estado mental», añadió.
Wyatt relató que estaba en el centro comercial el sábado cuando una multitud pasó corriendo junto a ella gritando, y la seguridad le indicó que huyera.
La policía informó que habían completado la recolección de pruebas físicas en el centro comercial y comenzaron a permitir que las personas ingresaran para recuperar sus vehículos y otras pertenencias.
Los crímenes violentos como el apuñalamiento del sábado son poco comunes en el país, que tiene una población de unos 27 millones de habitantes y cuenta con una de las leyes de armas y cuchillos más estrictas del mundo.
En honor a las víctimas, la bandera nacional australiana ondeaba a media asta en todo el país, incluso en la Casa del Parlamento y en el Puente del Puerto de Sídney.